¿Preparados para la noche más terrorífica del año?
Yo este año me quedo sin disfrazarme porque pillé la gripe, así que en camita con una taza de chocolate caliente y un buen libro, mientras el dolor de cabeza lo permita. Y entre tanto a maquillar a los amigos, espero contagiarlos… Sí, soy así de mala.
Que sepáis que iba a hacer un dos por uno, pero Alan que no, que él solo uno, así que para tercos los dos. No la verdad tampoco andamos tan sobrados de libros. Charlie tiene un problema personal y hasta que lo resuelva pues estamos un poco perdidos, hace mucha falta. Así que esperemos que todo le vaya bien pronto, y podamos publicar más amenudo. Y a todo esto siento mi nefasta edición, Charlie era el editor, yo solo hacía mis pinitos ayudando, así que en eso también andamos apurados. Si notáis que deliro, no hagáis caso, es que estoy dopada.
Y no os doy más la lata, pero antes he de preguntar; ¿Ángel o demonio? Creo que en este caso me quedo con demonio.
El camino hacia el verdadero amor nunca es fácil, especialmente cuando estás en lados opuestos del mayor debate teológico del mundo.
Es Halloween, y el Demonio de la Masturbación, Dom, para abreviar, ha venido a la Tierra a recoger pecados y almas para su jefe. Pero un representante de la Red de Ángeles Interferentes, Ian, ha sido enviado para oponerse un poco en sus planes. Francamente, sin embargo, los dos parecen estar menos interesados en los pecados y las almas que en las tres botellas de tequila que bebieron durante la noche. El alcohol puede reducir las inhibiciones, pero también afecta el juicio, y Dom e Ian pronto se encuentran en el trío más incómodo del mundo con un joven virgen mortal.
Olvídate de luchar por su alma, su verdadera pasión parece ser el uno para el otro. Pero la noche de Halloween se está acabando rápidamente, y el velo entre los mundos solo se levanta por esa noche. ¿Cómo pueden unirse dos seres de lados opuestos cuando saben que están destinados a estar separados para siempre?
Nuestro agradecimiento a Lía, Luna y Alex por esta divertida historia.
Y yo me despido como la buena brujita que soy.
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