Hola!
Este es un juego muy sencillo, quiero que hagamos una historia entrelazada, es decir que alguien siga contando lo que pasa donde lo deje la anterior persona.
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Este es nuestro protagonista, se llama Kail. Y puede ser todo lo que vosotras queráis. Creo que puede ser divertido, lo que no podemos hacer es desviarnos mucho. Si alguien decide que es ua sirena, bueno, tritón, después no vengáis que es un bailarín atormentado. Tenéis que leer la historia y pensad como quisieráis que siguiera. Puede resultar un fiasco, o puede ser un proyecto divertido.
Comenzaré yo y luego me seguís en comentarios.
Falta el título. Mmmm, dejad que piense, porque esto es en vivo y en directo.
Cuando baja la marea
Kail veía a la gente en la playa reír despreocupada, mientras él paseaba por la orilla. Llevaba los zapatos en la mano, las perneras remangadas, sabía que se veía extraño. Había quedado con alguien en el restaurante de la bahía, pero su cita a ciegas no se había presentado. Mirando como se ponía el sol se sentó en la arena húmeda y dejó que las olas bañaran sus pies...
Y alguien nos dirá que pasa a continuación, cuento con todas vosotras y decir que aquellas que participen tendrán regalito.
Parker despertó desorientado. Sentía la boca seca y al tragar pudo percibir el sabor amargo del ajenjo. Aunque no lo era. Alguien le había inyectado un suero a base de algas del olvido. Joder, pensé que había dejado todo eso atrás. Si los esbirros de su padre habían llegado a él, por qué no lo habían arrastrado de vuelta a casa. Miró a su alrededor, la clínica parecía estar en orden, solo que habían dejado la puerta abierta y Pecas no estaba. El suero estaba perdiendo su efecto. tendría dolor de cabeza, porque aunque era inmune, tenía ese efecto secundario. Se levantó con cuidado. Luego pensó en Kail y un pensamiento funesto curzó su mente. ¿Y si lo tenían los esbirros de su padre? ¿Y si le hacían daño?
Parker se desplomó hacia al suelo, pero el guardia que le había inyectado el suero del olvido lo sujetó y lo sentó en la silla del escritorio que había en la sala de observaciones.
- Majestad, debe de acompañarnos, su padre requiere su presencia, por favor no nos lo ponga más difícil, no podemos regresar sin usted, seríamos gravemente castigados.
Mientras el guardia hablaba, Kail observaba como su compañero colocaba a Parker, le había puesto los brazos, parte del cuerpo y la cabeza apoyada sobre la mesa del escritorio, su cabello despeinado yacía sobre su pálido rostro, uno de los efectos del suero. Le dolía saber que no le recordaría, ni tendría ningún recuerdo de los maravillosos momentos que habían pasado juntos aquella tarde. Desvió su mirada de Parker hacia el guardia y luego a Alfred.
-Tienes que ir con ellos, me cuesta admitirlo, pero tu padre puede ser muy duro cuando no se cumplen sus órdenes como ya sabes.
-Yo no soy su marioneta, no sé por qué está obsesionado con este compromiso, tengo más hermanos con lo que mi padre puede negociar.
-Fue contigo con quien comprometió a Galán, el primogénito de su amigo. Este matrimonio fue pactado por lo que sé, cuando éramos niños.
-Toda mi vida he seguido sus órdenes, lo quería, lo idolatraba, pero un día descubrí que no era más que un títere y decidí hacer mi propio camino, y ahora usa a otros para obligarme a obedecer.
Kail sacudió la cabeza, sabía que no podía hacer mucho en estos momentos, le dolía tener que dejar atrás todo lo que había conseguido hasta el momento. Regresaría a la casa de su padre, puesto que su casa estaba ahora en la superficie y aclararía las cosas.
-Está bien, iré con vosotros. Autum nos acompañará, no está en condiciones de permanecer en la superficie, se recuperará mejor bajo el agua.
Cogiendo a la tortuga de la mesa, lanzó una última mirada a Parker, se despidió mentalmente y salió por la puerta seguido por los dos guardias que daban un suspiro de alivio y cruzaban sus miradas.
Cuando llegaron a la playa, las estrellas brillaban sobre un cielo despejado, la luna creciente colgaba sobre el mar y su brillo hacía lanzar destellos como si fueran luciérnagas bailando sobre las pequeñas olas.
Caminaron por la playa alejándose de la zona del muelle y del paseo marítimo por donde la gente paseaba hasta llegar a una zona rocosa la cual pasaron, ocultándolos de la vista desde el paseo.
Comprobado que no había gente por la zona se adentraron hacia el mar.
Dos hombres grandes, tipo militar estaban en la puerta. Hicieron a un lado ignorando a Parker y se dirigieron a Kail.
—Majestad, su padre nos mando por usted —dijo uno de los hombres.
¿Majestad? Porque estos hombres le decían “majestad” a Kail. Parker estaba confuso. Kail lo miró con miedo y vergüenza.
—No me llamen así, soy Kail. Y no iré con ustedes.
—Su padre nos dio órdenes explícitas, y esas son, no regresar sin usted. Usted sabe lo que nos pasara si no cumplimos las órdenes de su padre.
Kail miró a Parker quien lo miraba atónito.
Parker quería hablar, pero uno de los hombres se acercó a él.
Kail vio con tristeza como uno de los guardias de su padre le inyectaba un poco del suero que hacía olvidar todo acerca de ellos.
Parker, se olvidaría de él...
En ese momento sonó el timbre de la puerta.
Parker fué a abrir.
-No abras. -Dijo Kail con urgencia, tenía un mal presentimiento.
-Tengo que abrir puede ser una urgencia, alguien puede necesitarme.
Kail y Alfred se miraron. Alfred temblando se encerró dentro de su caparazón Pecas gimió y se metió debaja de la mesa.
Cuando Paker abrió la puerta se quedó sorprendido este hombre no traía ninguna mascota.
-Escucha, Autum, y escúchame bien. Dile a mi padre que se vaya al infierno, que estoy harto de sus intrigas políticas que tiene otros seis hijos a los que mangonear. Y como me toques mucho las narices, te vuelvo a romper el caparazón para que tu estadía aquí sea más larga.
-No te atrevas. Esta herida fue por tu culpa, así que me debes una. No estaría en esta situación de no ser por ti.
En ese momento se escucharon pasos y Kail se mordió la lengua. Se giró y le sonrió a Paker con tristeza,
-No sé si la tortuguita estará muy bien, parece algo pálida. No sería mejor que le tomarás la temperatura rectal.
-Deja que la miré
Parker se acercó y si no lo tomasen por loco juraría que la tortuga le estaba lanzando dagas por los ojos. Pero si le pareció que estaba algo descolorida. la sacó del terrario y la llevó a la mesa de observaciones. Por el rabillo del ojo vio que Kail sonreía complacido. Parecía que en esto había gato encerrado. Pero examinó a Alfred de todos modos.
Autum asomó la cabeza solo para mirarlo desdeñosamente.
-No pensarías que caería tan bajo solo para andarte atras, Kail. Tengo más dignidad que esa. -Movió lentamente la cabeza para mirarlo de reojo-. Aparte tu padre no necesita de mi para que hagas lo correcto, sabes lo que sucederá si no cumples con lo pactado.
Kail agacho la cabeza. Se negaba a ser parte de ese jueguito político de su padre. ¡Si quería rédito que se sacrificara él mismo! Su vida no iba a quedar en manos de terceros, tenia su carrera por terminar y sus planes que concretar y un hermoso veterinario de ojos verdes a unos pasos de distancia...
*****
Kail miró a su alrededor, la antesala era un pequeño recibidor con productos para vender, todo muy pulcro y aseado. La sala de atras se componía de la oficina, la clínica y una guardería de animales.
--Ahora mismo tengo pocos animales. Solo un par de perros por operaciones, un gato y un tortuga que me trajeron unos niños esta mañana. Tenía roto el caparazón y tuvimos que arreglarlo. Mañana la devolveremos al mar.
Kail miró la tortuga y tuvo que parpadear para no creer que estaba viendo visiones. ¿Ese era Autum? ¿Qué diantres hacía aquí?
--Veo que te gusta la tortuga. La he llamado Alfred, aunque creo que no le gusta el nombre, cada vez que lo digo, me mira con desdén o eso parece. -Parker se quedó callado y se sonrojó-. Lo siento, a veces me entusiasmo mucho y ... -el hilo de las palabras se fue perdiendo. Se pasó una mano por el pelo oscuro ya desordenado. Kail pensó que se veía muy lindo, no esa no era la palabra. Se veía arrollador y esa sonrisa con ese hoyuelo en la mejilla izquierda ... Los pensamientos de kail fueron interrumpidos cuando Parker habló de nuevo-. Mi hermana me dice que tiendo a exagerar cuando hablo de mis animales, pero en serio, Alfred me mira mal. -Dijo riendo al final.
Kail también se rio, pero no pudo evitar mirar de nuevo la tortuga. Si era Autum, no le extrañaba lo más minimo que lo mirase mal. Pero en su interior se rio de gozo, tenía un as en la manga contra su amigo metiche.
En ese momento sonó el teléfono de Parker que miró la pantalla y luego a él pesaroso.
-Tengo que atender la llamada. -Con esas palabras se dirigió a su oficina escuchando a alguien hablar del otro lado de la linea, mientras vocalizaba ostentosamente hacia Kail que se quedara allí.
Cuando Parker se persió de vista, Kail se acercó a la tortuga, la inspeccionó de cerca, aunque estaba escondida dentro de su caparazón. Pero de inmediato supo que era Autum por el distintivo imperial.
-Si has venido a espiarme, Autum, regresa y dile a mi padre que no pienso volver, se lo dije, no voy a casarme con el hijo de su amigo, aunque sea un buen matrimonio de conveniencia. Tengo mi vida y sé lo que quiero. Y por cierto, dejarte atrapar por unos niños, estás perdiendo facultades viejo amigo.
-¡Vaya! Un nombre muy adecuado para una clínica de mascotas, jajajaja. Me gustaría mucho ver tu clínica. -Y le miró sonriendo.
...enreda sus dedos con los de Kail.
El ronroneo del mar da ritmo a sus pasos, siguen la charla, conociéndose.
Una brisa fresca eriza la piel de Kail y se estremece. -¿Tienes frío? -pregunta Parker-. Puedo remediarlo. -Ofrece a la vez que soltando la mano, extiende el brazo sobre los hombros de Kail.
-Oh.- Kail lejos de sentir frío, percibe que el rubor choca contra su piel atropellándolo-. Eres el perfecto caballero... Gracias.
Los pasos se fueron haciendo más lentos y Parker los detiene. -¿Quieres conocer mi lugar de trabajo?
Kail entonces ve que están frente a "Patas y Patitas - Veterinaria"
De repente Kail sintio un toque y vio que Parker sostenía su mano. Y por un momento un breve entendimiento paso entre ellos.
- Oye, ¿que te parece si vamos a dar una vuelta? Conozco la zona muy bien ya que no vivo muy lejos- Dijo Parker
- Me encantaría - Kail dijo sonrojándose
Salieron del restaurante muy juntos y con cada paso sus hombros se golpeaban y Pecas caminaba con albor en su paso. Mientras caminaban viendo aparecer las primeras estrellas de la noche, Kail se armo de valor y tomo la mano de Parker. Parker se volteo a verlo con una enorme sonrisa y...
-Espera, ¿qué quieres decir con cita malograda? ¿Esperabas a alguien y lo arruinamos?
-Sí, no... es decir hace un rato sí esperaba a alguien aquí mismo, pero nunca llegó, así que no arruinaron nada.
-Lo siento -dijo Parker con una mueca de dolor-. Es horrible que te dejen plantado.
-Sí, es la última vez que le hago caso a mi hermana y sus intentos de casamentera -dijo Kail dejando salir un sonoro suspiro.
-Bueno, en todo caso, alguien tan agradable como tú no debería tener problemas en conseguir una cita.
-Te sorprenderías -susurro Kail, sonrojándose una vez más.
Parker le ayudó nuevamente a levantarse y entraron al restaurante.
-¿Qué te apetece tomar? yo estoy muerto de hambre-dijo Parker.
-Lo que tu quieras- Dijo Kail en un susurro, ya que aún estaba avergonzado por su segunda caída.
Y así comenzaron una agradable charla mientras comían. Parker le dijo que trabaja como veterinario en una clínica cerca de la bahía y Kail le dijo que estaba en el último año en la facultad y que estudiaba enfermería .
- No pesé que este pequeño diablillo, con sus travesuras ,me haría conocer a alguien con quien pueda hablar tan fácilmente .Dijo Parker.
- Ni yo que una cita a ciegas malograda acabara así, pero me alegro....
Kail quedo mudo de la impresión mientras el hombre lo miraba con preocupación, al darse cuenta de lo tonto que parecía estado así se sonrojo desviando la mirada para luego levantarse, pero como todo le estaba yendo mal en su día tropezó otra vez con pecas. Agarrando lo primero que encontró para estabilizarse no se dio cuenta que también jalo al hermoso hombre de ojos verdes, haciendo que ambos cayeran a la arena.
"Que vergüenza"pensó Kail, sin embargo se mortifico más al sentir el cuerpo del otro encima de el.
-Parece que a pecas le encanta jugar- fue lo primero que salio de su boca, sonrojándose aun mas al escuchar la profunda risa del hombre.
Su corazon se sentia pesado. No sabia porque seguia torturandose con acudir a citas a ciegas. Siempre se sentia inadecuado, como si le juzgasen y no diera la talla y eso era cuando se presentaban. Con un suspiro empezó a levantarse de la arena pensando en volver a su casa vacia donde lo unico que le esperaba era su pez de colores. De repente salido de la nada un pequeño perro negro y blanco se enredó en sus piernas haciendole caer de espaldas en la arena. El golpe fué fuerte y cerró los ojos.
-¡Oh, Dios mio!. Pecas, ven aquí ahora mismo¿que has hecho?-Escuchó gritar a una voz masculina- ¿Estas bien ?¿necesitas una ambulancia?
Kail tardó unos segundos en darse cuenta que la voz le estaba preguntando a él y abrió los ojos lentamente. No pudo reprimir un jadeo cuando su mirada se posó en los ojos mas verdes que habia visto en su vida. Estos le miraban con preocupacion.
-¿Estas bien?- volvió a preguntar- Lo siento mucho. Pecas es solo un cachorro y es la primera vez que viene a la playa. Esta muy emocionado.